miércoles, 20 de junio de 2007

Día-D la salvación

El pasado domingo a las 17:00 de la tarde se jugó el último partido de la temporada en San Mamés. El Athletic Club de Bilbao se jugaba la permanencia en la primera división frente al Levante de Valencia. Tuve la oportunidad de estar allí y de comprobar porque se le llama "La Catedral" al estadio de San Mamés. Llevaba mucho tiempo sin ir, no buscaba ver un gran espectáculo, sólo quería apoyar a mi equipo de siempre en el partido más importante de su historia. Y es que no era para menos, en sus 109 años de historia el Athletic no se ha visto en una situación tan crítica de poder descender de categoría. Se palpaba la tensión en el ambiente, el campo estaba a reventar y mucha gente se quedó sin entrada. En lo minutos previos al partido, las calles limítrofes a San Mames eran un hervidero de hinchas rojiblancos engalanados de rojo y blanco esperando el comienzo del encuentro.


Pude comprobar que muchos aficionados extranjeros habían acudido a ver el encuentro, En Poza 46 conocimos a un hincha del Liverpool y a una pareja escocesa que venían a ver el partido. Los escoceses se alojaban en el Carlton y habían quedado con algún directivo para que les diera las entradas. (En la parte inferior os pongo una foto en Poza 46)

Una vez dentro del estadio la panorámica era espectacular, no cabía un alma, la tensión era máxima y todos esperábamos que el Athletic se salvará. Cerca de las 17:00, sonaba el himno y la afición rugía en San Mamés cuando los jugadores saltaban al campo.



Durante los primeros minutos los transistores se encendieron en San Mamés a la espera de noticias favorables de otros campos. La permanencia pendía de un hilo y las posibles combinaciones de resultados daban al Athletic un 70% de salvarse. [Posibles Combinaciones, elcorreodigital].

Durante el primer tiempo el Athletic atacó con más ganas que acierto y se terminó con empate a cero. Molina cuajó una gran actuación deteniendo varias ocasiones de gol, mientras, los resultados en otros campos eran favorables, ya que empataban Celta y Real.

En la segunda parte, el Athletic salió a ganarse la categoría, dependía de sí mismo, así que no se podía especular con otros resultados, había que ganar y finiquitar esta desastrosa temporada.

El primer paso para conseguirlo fue el gol en propia meta de Serrano, que lo celebramos a lo grande. Con el segundo gol de Gabilondo llego la tranquilidad y se notó un suspiro de alivio en todo aficionado de San Mamés, otra campaña más siempre en primera.

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